Sunday, September 14, 2014

Tradición oral y rigor

En una reciente conversación con un querido amigo surgió de su parte una cita bíblica, lo cual me hizo recordar lo que proponen algunos historiadores sobre ciertas peculiaridades de las tradiciones orales antes de convertirse en tradiciones textuales como parte del proceso de formación de lo que ahora conocemos como Nuevo Testamento. La cita era una contestación de Jesús en uno de sus diálogos con Poncio Pilato, pero la cita no era literal sino un parafraseo. Más tarde cotejé el griego koiné consensuado y también varias exégesis. El aludido diálogo entre Jesús y Poncio Pilato aparece en los cuatro evangelios, el diálogo conserva similitud en los sinópticos, pero en Juan es más extenso y es el único donde encontré algo como lo mencionado en nuestra conversación. En Juan 19:10 Pilato menciona que él tiene el poder para o liberarlo o condenarlo, y en Juan 19:11 Jesús contesta que si Pilato tiene alguna autoridad es porque se le otorgó de arriba. La contestación de Jesús citada por mi amigo fue: "Todo está dispuesto y no puedes cambiarlo.", lo cual resulta un parafraseo con muy grandes libertades. Nuestra conversación fue informal y no hay por qué exigir rigor alguno para citar con precisión, pero me pregunto en qué medida esa conversación podría contener algo de lo sucedido en las tradiciones orales antes que se redactaran los textos autógrafos en papiros y pergaminos hace más de dos milenios.

En filología, la disciplina llamada «crítica textual» está dedicada a la investigación de esas tradiciones textuales. Uno de sus objetivos es establecer cuál podría haber sido la redacción “original” de textos antiguos. Hay varios métodos para aproximarse a ese objetivo, uno de ellos es el método histórico-crítico, el cual aporta datos históricos para asistir a los exégetas en su ejercicio hermenéutico. Una de las teorías histórico-críticas con no poco soporte propone que todos los evangelios canónicos son textos anónimos, y que el cuarto evangelio canónico, el atribuido a un tal Juan, fue redactado cerca del fin del primer siglo (alrededor del año 90-95 EC); entre 60-65 años después de los supuestos acontecimientos en su narrativa. ¿No da mucho para pensar el que ese texto capturara más detalles del diálogo entre Jesús y Pilato en comparación con los tres evangelios sinópticos, siendo que estos quizá fueron redactados aproximadamente 25 años antes que aquel?

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