La crítica textual es una disciplina filológica* que estudia los fines y los medios de la edición de textos. La crítica textual también se llama «ecdótica» o también «crítica menor». La ecdótica es diferente de la crítica mayor o alta crítica, la cual es una disciplina historiográfica orientada por un método de indagación llamado histórico-crítico.
*la filología es la ciencia que estudia una cultura tal como se manifiesta en su lengua y en su literatura, principalmente a través de los textos escritos.
La ecdótica es una práctica muy diferente a la crítica literaria. La ecdótica se ocupa de qué ha sido escrito y cómo se explica históricamente la existencia del texto, no se ocupa de qué significa eso que ha sido escrito ni del porqué un método de interpretación sería más adecuado que otro para determinado contexto. Es decir, la ecdótica determina la medida en que es posible conocer las palabras que realmente fueron escritas de origen por el autor, cuáles palabras fueron escritas en ediciones posteriores del mismo autor y cuáles palabras fueron omitidas o agregadas por copistas o editores en el tiempo.
Quien hoy en día ejerce la ecdótica determina cuáles palabras pueden ser impresas para la publicación de obras cuyos manuscritos originales se han perdido en el tiempo, o se cuenta con múltiples ediciones del mismo autor, o sólo se cuenta con diversas y discrepantes copias del original —copias que quizá hayan sido hechas a lo largo de varios siglos y en contextos históricos diferentes.
Quien ejerce la ecdótica no propone ninguna interpretación en particular de un texto. Otros profesionales, de diversas disciplinas, dependen de los resultados de la ecdótica para entonces interpretar un texto y proponer lo que podría ser algún significado del mismo. La ecdótica no es hermenéutica. La hermenéutica es la disciplina de la interpretación, y tiene su propio desarrollo y ámbito de competencia –los cuales son independientes de los de la ecdótica, aunque relacionados por razones evidentes.
Mauricio Beuchot explica, en su obra Perfiles esenciales de la hermenéutica, que la hermenéutica trata de comprender los textos, «lo cual es —dicho de manera muy amplia— colocarlos en sus contextos respectivos. Con eso el intérprete los entiende, los comprende, frente a sus autores, sus contenidos y sus destinatarios, estos últimos tanto originales como efectivos.» La hermenéutica –aclara Beuchot– nos muestra una cara múltiple, con gran diversidad de planteamientos, desde el extremo de la univocidad hasta el extremo opuesto de la equivocidad. Tanto hay hermenéuticas bíblicas como también hay hermenéuticas filosóficas, teológicas y literarias. Las disciplinas hermenéuticas abarcan un enorme y diverso panorama que incluye, por ejemplo, a las tres ciencias de la literatura: Historia de la literatura, Teoría literaria y Crítica literaria.
La ecdótica es uno de los cimientos más importantes que sostienen a las disciplinas hermenéuticas. Ver también, por ejemplo: ¿Para qué la ecdótica?, La práctica ecdótica.
Otras distinciones relevantes para pensar más:
Crítica textual vs Crítica literaria
Ecdótica vs exégesis
Filología vs hermenéutica
Hermenéutica vs exégesis
Gimnasia vs magnesia
Unívoco vs equívoco
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